Siempre se ha dado por hecho que el mundo de la automoción es cosa de hombres; sin embargo, las mujeres han contribuido notablemente en este sector.
Su aportación a la historia del motor es mayor de lo que pensamos. Han dejado huella multitud de perfiles, como empresarias, ingenieras, etc… Pioneras, en definitiva, que no han dejado que las barreras les frenaran. De hecho, muchos de los elementos que usamos hoy en día en nuestros vehículos se los debemos a ellas.
Queremos rendirle homenaje en este día tan especial. Por eso, os traemos algunas de las historias más relevantes. 5 mujeres que nos abrieron camino y que han hecho historia en el mundo de la automoción.
Sophie Opel (1840-1913), la primera mujer fabricante de automóviles
Sophie contrajo matrimonio en 1868 con Adam Opel, de quien tomó su apellido. Se sumó a los esfuerzos de su marido de sacar adelante una fábrica de máquinas de coser y bicicletas. Para ello, aportó una inversión de 10.000 marcos procedente de un premio de lotería, lo que permitió comprar una maquina de vapor y poner en marcha su producción.
Tras el fallecimiento de su marido se hizo cargo de la empresa. Y, con la ayuda de sus hermanas, la convirtió en una moderna fábrica para producir automóviles que triunfó en Europa y se expandió por todo el mundo. Esto la convierte en la primera mujer fabricante de automóviles.
Bertha Benz (1849 – 1944), pionera en conducir un vehículo de motor
Más conocida como la esposa del famoso fabricante de automóviles Karl Benz, Bertha fue la primera mujer en ponerse al volante. Siempre le interesó el mundo del motor, pero ser mujer le impedía formar parte de esta industria.
Después de que su marido patentara el primer automóvil con motor de gasolina, el Benz Patent – Motorwagen y de que no hubiera ningún interés por comprarlo, Bertha decidió demostrar al mundo que estaban equivocados. Sin el consentimiento de su marido, ni de las autoridades (algo que podía considerarse un delito en aquella época), se fue de viaje con sus hijos conduciendo el prototipo. De esta manera, se convirtió en la primera persona en conducir un automóvil a larga distancia. Esto generó tal expectación que la prensa se hizo eco de la hazaña, lo que supuso un gran éxito y la publicidad que necesitaban.
Durante el viaje tuvo que lidiar con varias dificultades que solventó sin problema y que permitieron mejorar el vehículo. E, incluso, hizo incorporaciones que se han convertido imprescindibles para los automóviles actuales, como las pastillas de freno, las cuales Bertha inventó al añadir a los frenos de madera una de las suelas de su zapato.
Dorothy Levitt (1882 – 1922), pionera en participar en una carrera de coches
Esta mujer nacida en 1882 en Londres fue la primera en participar en una carrera de coches cuando estaba mal visto que las mujeres condujeran. Y logró el primer récord del mundo femenino de velocidad alcanzando 146.25 km/h. Fue una gran feminista y defensora de los derechos de la mujer.
Pero Dorothy no solo nos dejo este legado y una gran aportación al mundo del motor; también escribió un libro para fomentar el uso del automóvil en las mujeres, donde daba consejos para realizar una mejor conducción. Y aunque no fue la inventora del retrovisor, que no se introdujo hasta 1914, ella fue quien recomendó en este libro el uso de un pequeño espejo para ver el tráfico que había detrás.
Florence Lawrence (1883 – 1938), la mujer que inventó el intermitente
Lawrence fue actriz en Hollywood y una apasionada de los coches. No solo se conformaba con conducirlos, si no que quería perfeccionarlos. Esta inquietud le llevó a inventar el primer indicador de cambio de dirección para coches. Quería solventar los accidentes constantes avisando de la dirección que iba a tomar el conductor. Se trataba de un dispositivo conectado al guardabarros trasero del coche. Cuando el conductor pulsaba un botón, un brazo subía o bajaba una señal indicando la dirección de giro del coche.
Tiempo después desarrolló una señal de freno. Añadió una señal en la que ponía STOP que se desplegaba cuando el conductor pisaba el pedal de freno.
Estos inventos no los patentó y más tarde fueron desarrollados por las empresas del automóvil.
Mary Anderson (1886- 1953), la mujer que inventó el limpiaparabrisas
Por último, os compartimos la historia de Anderson, quien realizó una de las aportaciones más importantes para la seguridad vial. Nacida en Alabama en 1866, fue promotora inmobiliaria y viticultora. En 1902, en un viaje a Nueva York, se percató de que los conductores de tranvías y automóviles tenían grandes dificultades para retirar la nieve de las ventanillas. El sistema que utilizaban era incómodo y en muchos casos arriesgado. Anderson pensó en un método que automatizara aquella tarea e inventó el limpiaparabrisas. El sistema contaba con una palanca que accionaba desde el interior del vehículo unos brazos de metal con goma que arrastraba la nieve, el agua y otras partículas.
En 1903 consiguió patentar el invento e intentó venderlo, pero no tuvo éxito ya que consideraban que era una distracción para la conducción. En 1908 Henry Ford instaló este sistema en el Ford T (el primer utilitario de la historia).
